En los últimos dos días, has estado evaluando tu carrera e identificando áreas de enfoque para un cambio. Recuerda, cuanto más alineemos nuestras metas profesionales con nuestro verdadero propósito en la vida, que es compartir, más satisfactorio será nuestro trabajo. Hoy, pon tu plan en acción. Aquí hay algunos recordatorios útiles que te prepararán para el éxito: 1. Se específico. Decir "Necesito una mejor carrera" o "Quiero ganar más dinero" no te llevará demasiado lejos. Concentra tu intención exactamente en lo que esperas encontrar: "Me gustaría trabajar en un campo donde pueda ayudar a los niños a aprender a amar la lectura" es mucho más específico, pero deja espacio para varias direcciones posibles. 2. Asigna tareas consistentes y procesables para las que puedas dedicar tiempo. A veces, cuando nos fijamos una meta, nuestro entusiasmo supera con creces la energía y el tiempo que tenemos para comprometernos. Por ejemplo, decir “Voy a cambiar mi actitud” es vago y amplio. En su lugar, intenta algo como esto: “Cuando me sienta frustrado en el trabajo, respiraré tres veces y recordaré que estoy aquí para compartir mi Luz”. Con el tiempo, un cambio tan pequeño podría generar un cambio real en tu perspectiva de los desafíos diarios y, en última instancia, podría mejorar tu experiencia laboral. Pon tus metas por escrito. Dondequiera que desees ver el cambio, respáldalo con acciones que funcionen en tus términos. ¡Lo más importante es que la acción suceda! Si necesitas programar una conversación con un supervisor, identifica algunas horas disponibles en tu calendario y comunícate para programarla. Si necesitas arreglar las cosas con un colega, programa ese almuerzo o café y haz un seguimiento. Nuestras vidas están destinadas a ser vividas con un propósito. Nuestros trabajos pueden ser muy gratificantes si nos esforzamos para alinear lo que estamos haciendo con el propósito de nuestra alma: compartir.
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