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Foto del escritorLaura Solano

¿Qué significa para ti la abundancia?



Cuando pensamos en “abundancia” o “riqueza”, tendemos a pensar en dinero. Pero, ¿qué es el dinero, realmente?


El dinero no es solo un papel que los bancos deciden que tiene un cierto valor. Antes del papel moneda, la gente comerciaba con monedas de oro y plata, metales que consideramos que tienen un valor inherente. Por otra parte, ¿quién decide cuál es el valor de la plata o el oro? ¿Y quién decidió cuánta plata equivaldría a 2 vacas o 4 pollos? Y antes de las monedas, las personas intercambiaban bienes directamente o pagaban con ganado.


La verdad es que, ya sea en el trueque o en la compra, nosotros determinamos el valor de los bienes y el dinero mismo. De hecho, el dinero es poco más que una construcción social. Todos hemos llegado al acuerdo de que estos papeles y monedas tienen ciertos valores, y ese acuerdo implícito lo hace cierto.


Si lo piensas bien, la esencia del dinero no se trata realmente del papel, ni de las vacas, las gallinas o la plata. El dinero es energía. Es la manifestación física de la energía y el potencial. Por lo tanto, cuanto más dinero adquirimos, más energía tenemos para traducir en otras manifestaciones. El dinero puede usarse para mejorar el mundo, o puede usarse con fines destructivos o puramente egoístas.


El dinero adquiere una cualidad diferente en cada uno de nuestros pensamientos. Puede representar poder o impotencia, éxito o fracaso, seguridad o inseguridad, o casi cualquier otra emoción dependiendo de nuestra relación con ella. Pasamos interminables horas pensando o administrando nuestro dinero, pero ¿con qué frecuencia pensamos en nuestra relación con el dinero? ¿Y cómo creamos una relación saludable con él?


Primero, disipamos la noción falsa de que el dinero y la espiritualidad son entidades separadas o en conflicto. Hay un gran concepto erróneo en torno a este tema que dice algo así: si voy a ser espiritual, entonces no debería pensar en el dinero, ni debería preocuparme por él o (¡Dios no lo quiera!) tener mucho.


¡Falso, falso y falso!


No hay nada kabalístico en estos conceptos erróneos. De hecho, el significado mismo de la palabra kabbalah es “recibir”. En esencia, esta práctica espiritual tiene que ver con cómo recibimos las cosas en la vida y con qué propósito. Estamos destinados a tener más de todo. El Creador quiere que tengamos una realización total, física y espiritualmente. La pobreza no es un requisito previo para el crecimiento espiritual.


Por supuesto, querer más y creer que podemos tener más son dos cosas diferentes. Siempre estaremos limitados por lo que creemos que es posible. Entonces, si crees que estás limitado en la cantidad de dinero que puedes generar, eso será cierto. Tenemos que repensar el dinero para dejar de subestimar lo que creemos que podemos tener.


Hoy, piensa en tu relación con el dinero. ¿Te causa ansiedad o preocupación? ¿Te trae alegría y satisfacción? ¿Te sientes merecedor de ello? ¿O vergüenza por tener/no tener dinero? Presta atención a tus pensamientos sobre los gastos y considera dónde tus pensamientos pueden estar limitando tu riqueza.






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